Bailar

Con 8 años empecé a tomar clases de Ballet clásico en el colegio. Me gustaba la barra, los tu-tús, y las zapatillas de punta.

Seguí con jazz, clásico español y sevillanas.

Hice festivales: vestida de Rusa, también con mallot, guantes, bombín y bastón al ritmo de la Pantera Rosa, y con traje de sevillana.

Ya más mayor y dentro del mundo del deporte, intentaba que mis clases fueran no solo hacer ejercicio si no bailar con los éxitos del momento, y aunque queda mal decirlo yo, tenía las clases llenas.

Realicé seminarios de Aero-dance, funky.., y a día de hoy sigo sin poder evitar que al escuchar una música enseguida pase a imaginarme como se podría montar una coreografía.

Tengo la suerte de que a mi hija le encanta bailar; me veo en ella cuando está en el comedor aprendiéndose un baile o me explica que en el cole se pasan el rato del recreo "bailando".

Y sí, bailar bien es muy sacrificado, requiere muchas horas, y desgasta el cuerpo y las articulaciones, pero también hay muchos beneficios, te menciono solo unos cuantos:

-elimina el estrés y la depresión

-mejora tu confianza y autoestima

-ayuda a la pérdida de peso

-mejora la memoria y combate el Alzheimer

-mejora flexibilidad, fuerza, resistencia y ayuda a tu corazón.

Si sigues mi cuenta @Topdance10 en Instagram disfrutarás de fotografías relacionadas con el baile.

¿Bailamos?

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